Recorre los fríos y sombríos pasadizos en los que se conservan las tumbas abovedadas de los primeros cristianos que fueron perseguidos en la capital romana en el siglo II. Puede sonar un poco macabro, pero comprar entradas para las Catacumbas de Roma te traslada a un periodo que fue parte de la historia de la ciudad.
Una excursión a las Catacumbas suele comenzar entre los rincones cristianos más populares de la ciudad para situarte en contexto, como La Basílica de San Juan de Letrán o las Termas de Caracalla. Hasta conducirte por una de las calles principales de la Antigua Roma, la Vía Appia Antica, en la que verás los acueductos y la Tumba de Cecilia Metela. Un paseo por una calzada romana que poco a poco te lleva al fúnebre pasado histórico de las Catacumbas de San Calixto o Santa Domitilla, normalmente.
Las Catacumbas son galerías subterráneas de varios kilómetros laberinticos en los que veras nichos que daban sepultura a los cristianos que preferían que enterraran sus cuerpos antes que ser incinerados.
Pero estas se construyeron a las afueras del centro de la ciudad, por eso es recomendable elegir una de estas rutas guiadas que además de contarte los sucesos y la historia de las galerías, incluye el traslado desde el centro de Roma.
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