Excursión al campo de concentración de Breendonk

Cuando te reúnas con el grupo en la Grand Place, irás andando hasta la Estación Central de Bruselas para tomar un tren en dirección a Malinas. Nada más llegar a esta ciudad, te subirás a otro vehículo para dirigirte hacia Willebroek, una localidad a poco menos de 20 minutos andando del Fuerte de Breendonk.

Esta fortaleza nació con el objetivo de defender la región de ataques enemigos, pero, tras la conquista del país por parte de los nazis, las funciones del fuerte pasaron a ser las propias de un campo de tránsito. De camino a este lugar pasarás por un cementerio de soldados belgas que murieron en la guerra y por la cervecería Duvel, dos lugares idóneos para profundizar en la importancia que tuvo esta zona durante la Segunda Guerra Mundial.

Cuando llegues al fuerte recorrerás su exterior para conocer cómo era el proceso mediante el que los prisioneros ingresaban en el complejo, así como el terrible día a día que vivían en las instalaciones. Tras ver cómo eran los trabajos forzosos que realizaban, te adentrarás en el interior del fuerte para ver los espacios designados tanto para los altos mandos nazis como para los reclusos. Desde salas de reuniones, puntos de control y cocinas a habitaciones, baños y los terribles patios donde disparaban a sangre fría y aniquilaban a los judíos. Se te helará la sangre cuando accedas a las salas de tortura y el guía te cuente las atrocidades que se llevaban a cabo en ellas.

Finalizada la visita, regresaremos a la estación de Willebroek para tomar el tren de vuelta a Bruselas.

Idioma

La actividad se hará con un guía que habla español.