Transiberiano Pekín - Moscú - San Petersburgo

Embarcarse en un viaje a bordo del mítico Transiberiano desde Pekín hasta Moscú y finalmente llegar a San Petersburgo, representa uno de los viajes en tren más intrigantes y llenos de aventura que se pueden experimentar. Esta travesía de 20 días, que comienza en la vibrante ciudad de Pekín, China, y atraviesa vastas extensiones de Mongolia y Rusia, no solo promete ser un viaje en tren, sino una inmersión profunda en la diversidad cultural y los paisajes cambiantes de tres naciones increíblemente distintas.

El Transiberiano, conocido por ser la línea de ferrocarril más larga del mundo, ofrece desde su inicio en Pekín, China, la oportunidad de disfrutar de visitas guiadas a lugares emblemáticos. La Ciudad Prohibida, un vasto complejo palaciego lleno de historia y misterio, y la Gran Muralla China, una de las maravillas del mundo, son solo el comienzo de lo que promete ser una odisea cultural y visual.

Tras dejar la majestuosidad de China, el viaje continúa hacia Mongolia, a través del Transiberiano Mongolia . Aquí, los viajeros tienen la oportunidad única de explorar el Parque Nacional de Gorkhi-Terelj, siendo partícipes de la naturaleza virgen y paisajes que parecen sacados de un cuento de hadas, en contraste con la vida nómada que aún perdura en estas tierras.

El viaje prosigue adentrándose en el corazón de Siberia, Rusia, donde el lago Baikal espera ser descubierto. Este lago, el más profundo y uno de los más claros del mundo, ofrece vistas que dejan sin aliento y la posibilidad de conectarse con la naturaleza en su estado más puro.

Al llegar a Moscú, la capital de Rusia, el Transiberiano Pekín Moscú se convierte en una experiencia urbana sin igual, brindando la oportunidad de admirar la icónica Plaza Roja, el Kremlin y las catedrales de cúpulas coloridas que son el corazón y el alma de esta histórica ciudad.

Finalmente, el último tramo del viaje lleva a los aventureros a San Petersburgo, una ciudad que encarna la esencia de la cultura y el arte rusos. Conocida por sus canales navegables, la magnífica arquitectura de sitios como el Hermitage, uno de los museos más grandes y antiguos del mundo, y el teatro Mariinsky, cuna de la ópera y el ballet ruso, San Petersburgo es el broche de oro de esta increíble aventura Transiberiana.

Además de la riqueza cultural y paisajística, esta travesía a través del Transiberiano desde Pekín hasta San Petersburgo ofrece alojamiento en hoteles seleccionados y guías en español, asegurando que cada momento no solo sea una experiencia inolvidable, sino también cómoda y enriquecedora.

En resumen, viajar en el Transiberiano desde Pekín, China, a través de Mongolia, experienciando la Rusia profunda hasta llegar a Moscú y finalmente culminar en San Petersburgo, es un viaje que promete no solo ser una travesía física a través de vastos territorios, sino también un viaje en el tiempo y en las culturas de tres países extraordinarios. Una experiencia verdaderamente inolvidable que deja en el viajero recuerdos y enseñanzas que durarán toda la vida.