Las 14 ciudades más bonitas del norte de África

10 Octubre 2024

Maravillas arquitectónicas en las ciudades del norte de África

Las ciudades del norte de África están repletas de maravillas arquitectónicas que reflejan la rica historia y cultura de la región. Marrakech destaca por su vibrante palacio de la Bahía y los espléndidos minaretes de la Koutoubia. En Chefchaouen, las casas azules se entrelazan con la impresionante Alcazaba y la tranquilidad del Lavadero. La majestuosidad de la Mezquita de Djénné en Mali y la belleza de la Biblioteca Real de Alejandría son ejemplos de la grandiosidad de esta zona, donde cada arquitectura narra una historia.

Marrakech, por C. Roda

1. Marrakech

Marrakech, conocida por su vibrante cultura y tradiciones milenarias, es una experiencia que deja huella en cada visitante. La Plaza Jemaa el Fna, corazón palpitante de la ciudad, se llena cada mañana de encantadores de serpientes que sorprenden a los turistas. El viajero miguel a. cartagena describe cómo "en este lugar se concentran numerosos encantadores con decenas de serpientes en cada puesto". No obstante, advertencias sobre los costos de una simple fotografía se hacen eco, ya que "nada es gratis" y las negociaciones son parte del juego.

Pasear por las estrechas calles de la Medina es como entrar en un relato de las Mil y Una Noches, como menciona Roberto González, quien destaca la mezcla "seductora, envolvente, mágica y sensual" de la ciudad. La autenticidad del lugar se refleja en la calidez de sus habitantes, a quienes Olga Masó encontró "alegres y dispuestos siempre a ayudar". Las calles están repletas de mercados donde los aromas y colores invitan a explorar.

Además, las excursiones a lugares cercanos, como los organizados por agencias locales, te permiten descubrir la belleza natural de Marruecos, y así lo atestigua Laia Rodríguez. "Nadie puede perder esa excursión; allí vimos Marruecos profundo y original". Marrakech no solo es un destino turístico, es una puerta de entrada a un mundo lleno de encanto y hospitalidad que invita a regresar.

Chefchaouen, por Jesus Sanchez Gonzalez (Zu Sanchez)

2. Chefchaouen

Chefchaouen, la mágica ciudad azul en el norte de África, enamora a todos quienes se pierden en sus encantadoras calles. Un viajero comparte su experiencia: "Lo mejor era vagar tranquilamente por sus cuestas, arriba y abajo. Es el encanto de sus callejones el que atrae aquí a miles de visitantes." Este pintoresco destino ofrece una perfecta mezcla de tradición y belleza, con fachadas encaladas en el característico azul y lila, lo que lo convierte en una postal viva de cultura y autenticidad.

La Plaza Uta el Hammam es el corazón palpitante de la medina, un espacio donde "se puede comprar todo tipo de souvenirs de Marruecos" y disfrutar del bullicio local. En sus alrededores, la restaurada Kasbah y su museo etnográfico permiten asomarse al pasado rifeño, mientras que el lavadero de Chefchaouen, con su cuidado y encanto, se erige como una joya del lugar, donde las aguas aún corren y las tradiciones persisten.

Una experiencia en la naturaleza no puede faltar. Akchour, conocido como Puente de Dios, deslumbra con su belleza natural y la calidez de sus habitantes. Aquí, un viajero reflexiona: "Esta experiencia me cambió la vida y la forma de ver el mundo." Chefchaouen, con su mezcla de serenidad y vivacidad, es una parada obligada que dejará huella en el corazón de quienes lo visitan.

Sharm El Sheikh, por MANOLO LUIGI

3. Sharm El Sheikh

Sharm El Sheikh, una joya del norte de África, ha evolucionado de un pequeño pueblo pesquero a un vibrante destino turístico en el Sinaí. "En origen fue un pequeño pueblo pesquero", señala una viajera, quien destaca cómo esta ciudad se ha convertido en un centro comercial en medio del desierto. En sus calles, los viajeros encuentran una abundante oferta de hoteles, bares, restaurantes y casinos, convirtiéndolo en un lugar animado, aunque "demasiado turístico".

La belleza natural de Sharm El Sheikh también es notable. Un viajero menciona que "ver el amanecer detrás de las islas Tiran es impresionante", una experiencia que no se puede perder. Además, el área de Na'ama Bay ofrece una fascinante combinación de ambiente festivo y espléndidos paisajes marinos. "Es el hogar de aceites esenciales, especias y algodón", comenta otro visitante sobre el mercado de Old Sharm, donde los locales son siempre amables y están dispuestos a interactuar con los turistas.

Aunque algunos prefieren destinos menos turísticos, la riqueza de sus arrecifes y la calidez del lugar hacen de Sharm El Sheikh una parada obligatoria para toda persona que busque un destino cautivador en el norte de África.

Tánger, por Reconquista

4. Tánger

Tánger, un destino fascinante en el norte de Marruecos, se presenta como un cruce de culturas y una puerta de entrada a África. Su estratégica ubicación, a escasos kilómetros de la costa española, la ha convertido en un punto de encuentro a lo largo de la historia. Esta ciudad cosmopolita, que ha sido hogar de fenicios, romanos, ingleses y españoles, ofrece un ambiente único lleno de historia y encanto. "Tánger está llena de fantasmas", reflexiona una viajera, aludiendo a los espíritus de los artistas y escritores que se dejaron seducir por su magia, como Paul Bowles y William Burroughs.

Los viajeros recomiendan explorar la medina, un laberinto de calles donde "perderse, comprar y regatear" se vuelve parte de la experiencia. La vibrante vida de sus mercados, donde el comercio se mezcla con la tradición, cautiva a quienes la visitan. Café Baba, en el corazón de la medina, es otro de los imprescindibles, donde se puede disfrutar de un auténtico té de menta en un ambiente lleno de historia. Dicen que "el lugar fue refugio de hippies en los años 70", lo que añade un toque de nostalgia a su encanto.

Asilah, un pintoresco pueblo cercano, es una excursión recomendada, y se puede visitar fácilmente en un taxi acordado. Los paisajes y la atmósfera que rodean a Tánger son simplemente inigualables. Con dos días, se puede absorber lo esencial, desde la kasbah hasta los impresionantes miradores del Estrecho de Gibraltar, asegurando que cada momento vivido sea memorable.

Luxor, por ferdom

5. Luxor

Luxor, la antigua capital de Egipto, situada a orillas del Nilo, es un lugar donde la historia cobra vida a través de sus impresionantes monumentos. Esta ciudad, construida sobre las ruinas de Tebas, alberga joyas arqueológicas como los templos de Karnak y Luxor, que cautivan a cada visitante. Un viajero expresa su asombro al decir que "el encanto de sus templos es lo imponente de Karnak", un lugar que fue ampliado por cada faraón que gobernó.

Cruzar el Nilo hacia Edfu ofrece experiencias inolvidables, como el relato de una viajera que comparte que "pude sacar uno de los mejores atardeceres". Visitar Luxor es una inmersión en los vestigios de una civilización majestuosa, donde cada calle y cada templo cuentan historias de grandeza pasada. Sin embargo, también hay preocupaciones sobre la seguridad que afectan el turismo en la región, algo que otro viajero menciona sobre las "circunstancias convulsas" en el país.

A pesar de esto, el esplendor de Luxor perdura, brindando una conexión única con una de las civilizaciones más antiguas del mundo. La magia de sus monumentos y el legado de los faraones hacen de Luxor un destino insustituible en el corazón de Egipto.

Tombuctú, por Alicia Ortego

6. Tombuctú

Tombuctú es un destino que evoca leyendas y misterios. A lo largo de la historia, ha sido un importante centro caravanero en las rutas del comercio transahariano entre el Golfo de Guinea y el Mediterráneo. Los viajeros, como Alicia Ortego, han compartido la maravilla que les produce esta ciudad, en la que "podemos encontrar curiosidades, como un bidón de la Werchmat de 1942, en una esquina de una calle". Quienes la visitan sienten que Tombuctú mantiene su magia de antaño, a pesar de ser una ciudad que a menudo decepciona las expectativas de quienes solo buscan riquezas materiales.

La arquitectura y la cultura de Tombuctú fascinan a los viajeros. Alicia destaca cómo "nos sentimos acogidos y fascinados por su arquitectura, su gente -tuareg en su mayoría- y la llamada a la oración al atardecer". Este entorno, junto con sus miles de manuscritos antiguos que son testigos de su rica historia, ha llevado a que la ciudad sea reconocida como Patrimonio de la Humanidad. Tombuctú invita a perderse en sus calles, a descubrir la esencia de un lugar que ha enamorado a muchos a lo largo de los siglos y que continúa siendo un destino cautivador en el norte de África.

Casablanca, por macmuseo

7. Casablanca

Casablanca, una de las ciudades más emblemáticas del norte de África, es un destino que despierta sensaciones encontradas entre los viajeros. CrisJulian describe a Casablanca como "una mezcla de sitios, sentimientos, culturas y, De todo". Este contraste se manifiesta al recorrer la ciudad, donde las modernas calles y grandes centros comerciales se cruzan con la autenticidad de la medina, donde "sientes lo que es de verdad Marruecos".

La Mezquita de Hassan II, la joya arquitectónica de Casablanca, también deja huella. Gulliver56 menciona que "hablan por sí mismas" las fotografías que tomó de este impresionante edificio, reafirmando su belleza. Sin embargo, la ciudad no es ajena a críticas. Algunos viajeros, como macmuseo, expresan su decepción por el estado de mantenimiento de los edificios. Comentando que "da una sensación de verdadera pena", hacen notar que ciertos aspectos descuidados pueden afectar la experiencia general.

A pesar de estas opiniones divergentes, muchos encuentran un encanto único en Casablanca que refleja una cultura rica y vibrante. diana añade que la ciudad evoca una España antigua, destacando su carácter singular y las peculiaridades de la vida cotidiana, como la sorprendente mezcla de animales en las calles. No hay duda de que Casablanca es un lugar donde lo antiguo y lo moderno conviven, ofreciendo experiencias que solo se encuentran en un rincón especial del mundo.

El Cairo, por Nacho - DestinoSport

8. El Cairo

El Cairo, la mayor ciudad del mundo árabe, ofrece una experiencia única a quienes se aventuran a explorar sus calles caóticas y vibrantes. Como señala un viajero, "pasear por la noche en una ciudad de 20 millones de personas puede parecer una locura, pero con un poco de sentido común se puede pasear con total tranquilidad". Este contraste entre la vida nocturna bulliciosa y la tranquilidad que se puede encontrar en ciertos momentos es parte de su encanto.

La ciudad, caracterizada por su tránsito descontrolado y la contaminación, se presenta como un hervidero de sensaciones. Juan Luis Garitaonandía describe El Cairo como un lugar con "permanente olor a gasolina" y donde "el caos" se vive en cada esquina. Sin embargo, a pesar del desorden, hay una belleza intrínseca en sus monumentos y su rica historia cultural. La proximidad a las grandes pirámides y el famoso Museo de El Cairo, que alberga tesoros como la tumba de Tutankamón, convierte a este destino en una parada obligada.

Los zocos, como el famoso Khan El Khalili, son el corazón palpitante de la ciudad, llenos de vida y color. La experiencia de caminar entre sus puestos, degustar el té egipcio y, a veces, lidiar con la persuasiva hospitalidad de los vendedores, añade otra capa a la aventura.

El Cairo es una ciudad que desafía las convenciones y ofrece un festín para los sentidos. A pesar del caos, la riqueza de su historia y la calidez de su gente crean un espacio donde el viajero puede perderse y encontrarse al mismo tiempo.

Túnez, por En mi mochila

9. Túnez

Túnez es un destino que deslumbra a quienes buscan una mezcla de historia, cultura y paisajes impresionantes. Muchos viajeros coinciden en que el desierto tunecino ofrece una experiencia única. Raquel compartió que “poder contemplar el atardecer subido a los lomos de un dromedario... fue algo realmente increíble”. La diversidad geográfica de Túnez, que abarca desde oasis exuberantes hasta impresionantes ruinas romanas, es otro aspecto que encanta a los visitantes. Sonysony destacó los oasis de Chebika y Tamerza, describiéndolos como “una pasada” por su historia y belleza.

La capital, Túnez, también ofrece atractivos invaluables. Lenka recomienda “callejear en la Medina” y visitar el museo arqueológico del Bardo, que resguarda una de las mejores colecciones de mosaicos romanos del mundo. Además, algunos viajeros como Miguel Angel mencionan que “la gente es muy abierta y buenos anfitriones”, lo que hace la experiencia aún más enriquecedora. Desde el anfiteatro de El Jem, que está “muy bien conservado”, hasta los pintorescos pueblos costeros, Túnez se revela como un destino cautivador que deja una huella imborrable en quienes lo visitan.

Djenné, por Alfonso Navarro Táppero

10. Djenné

Djenné, una joya enclavada en el corazón de Malí y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famosa por su Gran Mezquita, considerada el mayor edificio religioso construido en adobe del mundo. Esta impresionante edificación, que data del siglo XIII, se alza majestuosamente sobre un pedestal hecho de barro, con torres rematadas por huevos de avestruz que parecen desafiar al cielo.

El viajero paulinette resalta que “Djenné es una ciudad de tamaño bastante pequeño para la importancia que tiene en Mali”, mientras que Angel García lo describe como “uno de los mayores atractivos de cualquier viaje a Malí”. Cada año, los habitantes de Djenné realizan una espectacular fiesta para restaurar la mezquita, donde jóvenes y viejos colaboran en el renovado enlucido con barro recogido del río Bani. Esta práctica ancestral no solo conserva el monumento, sino que también une a la comunidad en un esfuerzo compartido.

Visitar Djenné es adentrarse en un mundo donde la arquitectura de barro se funde con la historia y la cultura. Tal como menciona E. Sonia Requejo Salces, “la belleza de Djenné es frágil y vulnerable”, un recordatorio de la dedicación de sus habitantes por preservar su herencia. Así, cada rincón de esta ciudad cuenta una historia, desde las ventanas labradas hasta las calles que brillan con el ocaso, dejando a los viajeros con la sensación de haber descubierto un tesoro escondido en África.

Fez, por letonis

11. Fez

Fez es un destino que destaca por su rica historia y su vibrante cultura, siendo una de las ciudades imperiales de Marruecos. Los viajeros describen la ciudad nueva, Fez el Jdid, como "muy moderna para ser Marruecos", con avenidas amplias y tranquilas que contrastan con la auténtica atmósfera de la ciudad vieja, Fez el Baali. La medina es un laberinto cautivador con más de 9.400 calles, donde los aromas de los mercados, o “souqs”, y el característico olor del cuero tiñendo se mezclan en el aire.

Una viajera menciona que "aunque realmente no merezca la pena salir mucho de la Medina", la curiosidad puede llevarte a explorar el exterior, donde se encuentran edificios estatales con un aire más occidental. Sin embargo, la verdadera esencia de Marruecos se siente en las calles empedradas y en los cálidos encuentros con la gente local, que "son muy abiertas y alegres".

Fez no solo es un lugar para perderse entre sus intrincadas callejuelas, sino también para descubrir mezquitas y talleres donde se elaboran artesanías tradicionales. Un viajero sugiere contratar un guía para aprovechar al máximo la experiencia en la medina, garantizando no solo que no te pierdas, sino que también puedas conocer la fascinante historia que se esconde tras cada esquina. Sin duda, Fez es un destino que refleja tanto la herencia cultural de Marruecos como su vibrante vida contemporánea.

Susah, por Olga

12. Susah

Susah, una de las joyas del norte de África, cautiva a quienes la visitan con su singular encanto. La Mezquita de Sousse, aunque "no es demasiado grande, ni demasiado espectacular", es un lugar donde muchos viajeros encuentran una conexión profunda con la espiritualidad musulmana. La viajera lamaga menciona que experimenta un "silencio a las puertas de una mezquita", lo que transforma la oración en una experiencia íntima y reflexiva.

Explorar las calles de Sousse es sumergirse en un laberinto de "calle encaladas y estrechas" que reflejan la vida cotidiana tunecina. Estas vías frescas son testigos de la convivencia familiar y contrastan con la energía de los vendedores del zoco. La Plaza de Sousse, caracterizada por su animación, es perfecta para descansar y disfrutar de un atardecer tranquilo rodeado de la vibrante vida local.

No se puede dejar de lado la experiencia de un recorrido en barco pirata por la costa. Olga resalta que es una excursión divertida que incluye momentos para nadar y observar delfines. La playa de Sousse, con su fina arena blanca, es otro de los tesoros de la ciudad, ofreciendo un espacio limpio y cuidado donde relajarse y disfrutar del Mediterráneo.

Susah es, sin duda, un destino que dejará sin aliento a quienes busquen una mezcla de cultura, relax y naturaleza.

Algiers, por sarah26

13. Algiers

Algiers, la cautivadora capital de Argelia, se revela como un destino lleno de sorpresas y encantos. Los viajeros que han explorado esta ciudad coinciden en destacar la amabilidad de su gente. sarah26 expresa su amor por el lugar, afirmando que "la gente es muy amable" y que, con cada visita, se enamora más de "sus paisajes, sus lugares y la gastronomía".

La ciudad, con una rica herencia colonial, ofrece un fascinante contraste entre su historia y su modernidad. Mario Spengler describe Algiers como una "ciudad mediterránea" donde aún se pueden apreciar los vestigios de la ocupación francesa. Sin embargo, es el aspecto humano lo que realmente cautiva a los visitantes. Agnieszka Adamczyk aclara que Algiers "no es un sitio donde uno va por su cuenta de turismo" y resalta que la experiencia se enriquece al interactuar con su gente y explorar sus diversas culturas. Esto, unido a sus paisajes desérticos y montañosos, la transforma en un destino inolvidable. Una región que, aunque aún poco conocida, ofrece un profundo sentido de conexión y una belleza que deja huella en quienes la visitan.

Alexandria, por Virtu

14. Alexandria

Alejandría, la joya del norte de África, sorprende a sus visitantes con una mezcla de historia, cultura y belleza natural que la convierten en un destino ineludible. La Fortaleza de Qait Bay es uno de los lugares más emblemáticos. Como dice un viajero, "Fuimos a conocer la fortaleza de Qait-Bey, que se construyó donde estuvo el famoso Faro de Alejandría". Esta fortaleza no solo ofrece vistas espectaculares del Mediterráneo, sino que también alberga un Museo Naval lleno de historia. Sin embargo, ten en cuenta que, "además del ticket para entrar a la fortaleza, si quieres tomar fotos, te venden un ticket adicional".

No se puede dejar de visitar la moderna Biblioteca Real de Alejandría, con su impresionante diseño piramidal y una capacidad que puede albergar hasta 8 millones de libros. Un viajero destaca que "es una biblioteca muy moderna", ofreciendo espacios para lectura y computadoras que fascinan tanto a locales como a turistas.

Por supuesto, un viaje a Alejandría no estaría completo sin disfrutar de sus playas, donde la tranquilidad del mar y la suavidad de la arena permiten desconectar del bullicio. Además, pasear por los extensos jardines del Palacio Montazah, que una vez sirvió como residencia de verano de la familia real, es una actividad muy agradable. A pesar de que su interior no está abierto al público, su entorno es un deleite para los sentidos.

Finalmente, no olvides explorar la Columna de Pompeyo, que, a pesar de su nombre engañoso, es un impresionante monumento de granito rojo que se erige majestuoso en un parque arqueológico en constante investigación. De esta manera, Alejandría se presenta como un destino cautivador que te dejará con ganas de volver.

Cada uno de los destinos del norte de África narra una historia enriquecida por la diversidad cultural y arquitectónica que los caracteriza. Desde la vibrante Marrakech hasta las tranquilas playas de Sharm el Sheikh, cada ciudad invita a explorar sus rincones. Con tradiciones vivas y paisajes impresionantes, estas maravillas no solo asombran, sino que también crean memorias imborrables en cada viajero.