Los pueblos con más encanto de Girona

Fonteta es parte del municipio de Forallac, en el interior de la Costa Brava, muy cerquita del Macizo de las Gavarres y con un atractivo rural que lo hace un pueblo ideal que ver en Girona. Fonteta tiene un núcleo urbano que gira en torno a la iglesia parroquial de Santa María. Partiendo de la iglesia y recorriendo sus calles y casas de piedra verás ese encanto de pueblo rural tradicional que aún conserva desde, al menos, el siglo XI. Y claro, si pasas por allí, no dejes de probar el recuit de Fonteta, un postre mítico y elaborado desde hace décadas con una receta tradicional.

Has llegado a uno de los pueblos más bonitos de Girona, de apenas 1km cuadrado, y encierra maravillas. En la iglesia Sant Salvador es donde empieza la magia, la iglesia es uno de los mejores miradores del país pues Castellfollit está ubicado sobre un inmenso risco de lava volcánica y todo el pueblo está al borde del precipicio. Tienes que bajar hasta el mirador pasarela Castellfollit de la Roca para contemplar una de las mejores vistas de Catalunya. Dato curioso, el pueblo alberga dos particulares museos: el museo de Vietnam, único en Europa y el museo del embutido. Si decides pasarte, te recomendamos otros museos imprescindibles de la provincia de Girona.

Otra joya de la provincia de Girona es Caldes. Allí verás monumentos como la ermita de San Mauricio o las ruinas del Castillo de Malavella, pero siguiendo con la temática volcánica, este pueblo está situado sobre un cráter, así, las aguas de la zona son termales desde hace siglos, por esto se caracteriza el pueblo y de ahí su nombre. En Caldes de Malavella hay muchos balnearios de arquitectura modernista, pero no te pierdas las termas romanas de Sant Grau, tan bien conservadas que sus mecanismos aún funcionan. Caldes también ofrece rutas de senderismo por hermosos espacios naturales como la ruta del Camp del Ninots, en la que conocerás cómo era la vida en la zona, ¡hace 3,1 millones de años!

Cadaqués, sin duda, destaca entre los pueblos costeros con encanto en Girona, situado en plena Costa Brava es un deleite para cualquier viajero. Sus casas blancas, las calles estrechas y las buganvillas colgando de las casas convierten este pueblo en un paraje de ensueño, tanto así que durante el siglo XX acogió a muchísimos artistas surrealistas encantados por su belleza y el más importante fue Dalí, quien vivió en Cadaqués durante más de 50 años, gracias a eso, ahora puedes visitar la casa museo Salvador Dalí. Y alejándonos de la bahía podemos encontrar rincones increíbles como la cala Culip o la cala Montjoi.

Batet de la Serra podría ser uno de los lugares desconocidos de Girona que más vale la pena visitar. Se trata de un pueblo ubicado en una meseta basáltica y compuesto por casas de campo y enormes cultivos que conforman un bello paisaje bucólico. Además, Batet ofrece una perspectiva espectacular de los Pirineos orientales. El pueblo se recorre muy fácilmente, por lo que es un destino ideal para visitar junto a los pequeños de la casa. Aprovecha el pueblo para recorrer Girona con niños, un plan para toda la familia. No dejes de visitar la Parroquia de Batet o el Santuario de la Trinidad.

Empuriabrava tiene un atractivo que lo hace ideal para un fin de semana en Girona. Una escapada fugaz por uno de los pueblos más jóvenes de esta lista, ¡Empuriabrava nació en los años 60 del siglo pasado! La idea detrás de su construcción era la Venecia de la Costa Brava, y ahora cuenta con los canales de Ampuriabrava, con más de 30 km para navegar. Y no te pierdas la Aguait de Capons, una laguna preciosa para ver las aves del Parque Natural de Aigüamolls de L'Empordà. Pero si te gusta el riesgo, ¡Empuriabrava cuenta con el centro de paracaidismo: Skydive Empuriabrava!

En Agullana no te puedes perder la iglesia parroquial de Santa María, construida entre los siglos X y XII, y disfrutar el contraste entre el espíritu medieval y los edificios modernistas que hablan sobre el éxito de la industria del corcho en Agullana, desde 1750 hasta principios del siglo pasado. Pero eso no es todo, ¡este pueblo ha sido habitado desde la prehistoria! Podrás conocer varios monumentos megalíticos como el dolmen de Rocalba o la necrópolis de Can Bech de Baix, también conocida como necrópolis de Agullana o tomar las rutas que te llevarán al hermoso paraje natural de la Albera.

Si quieres visitar pueblos con encanto en Girona costa, Sant Feliu de Guixols deslumbra a cada viajero. Puedes conocer el Monasterio de Sant Feliu de Guixols, el conjunto arquitectónico más importante de la ciudad y que alberga el Espacio Carmen Thyssen, un centro que acoge exposiciones temporales de la Colección Carmen Thyssen; también puedes visitar el museo del juguete en la Casa Vilaret; o pasear por sus hermosas playas y, ¿quién sabe? Tal vez descubrir alguna cala oculta… Por cierto, si te gustan las emociones fuertes y buscas aventura en Girona, siente la adrenalina en Sant Feliu al recorrer su alucinante vía ferrata alucinante y sus muchas rutas ideales para el senderismo.

Entre los pueblos cerca de Girona destaca Roses, con una increíble oferta turística a todos los niveles. En primer lugar, sus playas, la playa de Canyelles o Santa Margarita son perfectas para desconectar y relajarse en la Costa Brava. También, puedes conocer la historia de Roses al recorrer el conjunto megalítico, o visitar los viñedos y probar sus vinos, pues el pueblo es parte de la Ruta del Vino DO Empordà. Ojo, porque en Roses también está el Cabo de Creus, el punto más oriental de la península ibérica, ¡y donde primero amanece! Y claro, no nos olvidemos del restaurante El Bulli, de Ferran Adria, justo en Cabo de Creus y que en junio 2023 volverá a abrir sus puertas convertido en un museo.

Lloret es otro destino imprescindible de la Costa Brava, según los viajeros de minube. Te recomendamos pasar a respirar el aire fresco de los Jardines de Santa Clotilde, que ofrecen una vista impresionante del Mediterráneo. Y ya que hablamos del mar, como el nombre de este pueblo indica, su relación con este elemento es muy estrecha, tanto así que hay un Museo del Mar, donde podrás viajar al pasado y sumergirte (guiño, guiño) en la identidad del pueblo. Por supuesto, no te pierdas la playa de Fenals y si te apetece hacer rutas en coche por la Provincia de Girona, acércate a Tossa de Mar para conocer el Castillo de Tossa de Mar, aprovecha y si estás en Lloret haz noche en uno de los hoteles con vistas al mar en la Costa Brava.

Camprodon es un pueblo bonito en Girona que es necesario visitar. Se encuentra en lo alto de una sierra pirenaica y junto a él se fusionan los ríos Ritort y Ter, lo que hace que el pueblo esté lleno de fuentes repartidas por todo su territorio y que puedes conocer ya sea paseando por el casco urbano o por las rutas de senderismo para descubrir la provincia de Girona que Camprodon ofrece. Y si quieres conocer sus monumentos, puedes visitar el Puente de Camprodon o el Monasterio de Sant Pere, fundado en el siglo X.

Varios de los pueblos de esta lista tienen encanto medieval, pero, entre los pueblos medievales de Girona, Peratallada se lleva la mención honorífica. A tan solo 15 minutos del mar y de pueblos encantadores como Begur, Peratallada se conserva prácticamente como en la época feudal, amurallada, con calles estrechas y monumentos como el Castillo de Peratallada, la torre del homenaje o la Plaza de Les Voltes. Si vas a principios de octubre encontrarás la Feria Medieval de Peratallada, ¡donde las calles se llenan de mercadillos, juglares y torneos de caballos! Como dato curioso, la Gelat Artesà de Peratallada elabora helados artesanales y que destacan por sus particulares sabores como el roquefort, ¿te animas a probar?

Si hablamos de pueblos medievales hay que ver Pals, un pueblo que luce una estampa gótica impresionante, gracias a una restauración hecha con mucho mimo luego de los impactos de la guerra civil en el pueblo. Vale la pena recorrer el recinto medieval de Pals para conocer monumentos como la Torre del Homenaje o el Museo Ca La Pruna. Por otro lado, está la Playa de Pals, de 3.5 km de longitud  e ideal para practicar deportes acuáticos como el kayak o el windsurf. Y para continuar el paseo, Pals se ha caracterizado históricamente por el cultivo de arroz y cuenta con varios arrozales preciosos para recorrer.

Y por último, a menos de una hora de Pals, nos encontramos con otro pueblo de gran atractivo medieval. En el pueblo abundan monumentos históricos como el Puente de Besalú, de 105 metros de largo y construido entre los siglos XI y XII. También, está el barrio de La Judería, el antiguo barrio judío de Besalú, muy pintoresco y bien conservado. En Besalú hay un detalle importante, en el parque que recorre el río Fluviá, verás una particular silla de tres patas en la que no podrás sentarte, se trata de la Silla por la paz, obra del escultor Duvan López, con el concepto de que la paz es algo que debemos construir entre todos y que nosotros somos la cuarta pata.