Cracovia tiene una magia especial. Y es que su precioso casco antiguo medieval y su rica historia enamoran a los viajeros que visitan la ciudad y los rincones históricos que tiene cerca. Descubre qué ver en Caracovia y sus alrededores y disfruta al máximo de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Durante la Edad Media, Cracovia alcanzó su máximo esplendor, llegando a ser capital de Polonia y residencia oficial de los poderosos reyes polacos. Paseando por sus calles y plazas notarás que ese legado medieval todavía perdura hoy en día en su encantador centro histórico. Allí encontrarás algunas de las mejores cosas para ver en Cracovia, como el complejo monumental del Castillo de Wawel (que incluye la Catedral de Wawel), que preside la ciudad desde una colina, o la emblemática Plaza del Mercado, que alberga monumentos históricos como la Lonja de los Paños o la torre del antiguo ayuntamiento de Cracovia. También merece mucho la pena conocer algunos de los edificios que formaban parte de la defensa de la ciudad que aún siguen en pie, como la impresionante Barbacana o la Puerta de San Florián.
Hay muchos rincones por descubrir, pero aunque no estés muchos días en la ciudad, no te preocupes. Como no es muy grande, en poco tiempo tendrás la oportunidad de visitar lo mejor de Cracovia dando un tranquilo paseo por sus calles e incluso podrás conocer sus alrededores. De hecho, uno de los lugares turísticos más impresionantes de la zona son las Minas de Sal de Wielizcka, que se encuentran a pocos kilómetros de la ciudad. ¡Recorrer sus kilométricas galerías es una experiencia que no te puedes perder!
La gran comunidad judía que habitaba Cracovia y su sufrimiento durante la Segunda Guerra Mundial es uno de los rasgos que definen a esta ciudad. Todos los viajeros aseguran que el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau es una de las cosas que visitar en Cracovia más impactantes y que les ha marcado para siempre. También es muy recomendable hacer una visita a la Fábrica de Schindler, que te ayudará a entender este terrible episodio de la historia. En la propia ciudad de Cracovia también encontrarás restos del muro que rodeaba el gueto en el que las tropas nazis obligaron a vivir a los judíos de la ciudad y la famosa Farmacia del Águila, que jugó un papel clave en esta zona durante la ocupación.
Para conocer un lado menos dramático del legado judío de Cracovia, da un paseo por el barrio judío de Kazimierz, donde se encuentran las sinagogas más emblemáticas de la ciudad, que te permitirán conocer cómo era el día a día de la comunidad judía antes de la guerra. Además, en la actualidad este barrio es uno de los focos culturales y de ocio de la ciudad, con un ambiente muy juvenil, perfecto para salir a cenar o ver algún concierto, ya que no va a ser todo visitar tristes rincones históricos, ¡hay otras muchas cosas para hacer en Cracovia!
Cracovia no solo destaca por sus raíces judías, también hay una gran tradición cristiana y hay cientos de iglesias repartidas por toda la ciudad. Sin duda, algunas de las más importantes son la Basílica de Santa María o la Iglesia de San Pedro y San Pablo (y no olvidemos la catedral de Wawel, por supuesto). Si te atraen los monumentos religiosos y las historias de personalidades e iconos del cristianismo, hay varios sitios de interés cerca de Cracovia que seguro que te encantará visitar. El primero de ellos es Wadowice, la ciudad en la que nació el carismático papa Juan Pablo II, y el segundo de ellos es la famosa Virgen Negra, que se encuentra en la localidad de Czestochowa, a menos de dos horas de Cracovia.
Si no te apetece caminar demasiado por la ciudad, pero quieres seguir profundizando en su historia, visitar algunos de sus museos es una gran opción. Además de los museos relacionados con la Segunda Mundial que se encuentran en rincones como la Fábrica de Schindler o la Farmacia del Águila, también hay otros de temáticas diferentes como el Museo arqueológico, el Museo Nacional de Cracovia o el prestigioso Collegium Maius, una antigua universidad en la que estudió el mismísimo Papa, y que refleja el ambiente universitario que siempre ha caracterizado a esta ciudad.
Por último, si después de una jornada caminando quieres tomarte un respiro y descansar en un ambiente relajado, hay parques y espacios al aire libre que son muy recomendables como el Parque Wisla, el Parque Kleparski o el interesante Jardín Botánico de la Universidad Jagiellonia.