Un rincón tranquilo en el centro de la ciudad
Nosotos pasamos tres días en el hotel y estamos encantados con ello. Es un lugar muy tranquilo, pero en el centro de la ciudad, a unos pasos de la catedral y del barrio antiguio, Albayzin.
Nuestra habitación era la suite, la 401 que tenía su propio balcón y una bañera jacuzzi para dos. Además, tenía unas vistas preciosas a la cuidad. Fue muy romántico. La recomendamos!
El personal era muy atento y amable y nos ayudaron con las maletas y con el coche. Tuvimos una plaza de parking que costaba 14€ por día, pero era la opción más segura y barata.
Además, Granada es muy bonita, así que merece