Ruinas monacales al cuidado de un pueblo
La abadía de Kinloss Abbey se encuentra aproximadamente a unos 5 Km al este del pueblo de Forres, en el condado de Moray.
Fue fundada por el rey David I en el año 1150 en favor de los monjes cistercienses, quienes fueron traidos desde la abadía de Melrose, en el sur del país. En 1187 fue integrada en la diócesis del obispo de Moray. En época medieval tuvo un papel relevante por su localización y por su labor hospitalaria.
Su fundación incorpora una leyenda, el rey estaba en el castillo de Duffus, de visita y salió a cazar, allí una paloma blanca lo guió hasta un claro donde se poso, allí mostró al rey la existencia de unos pastores que morían de hambre y frio, a los que el rey dio comida y cobijo. El monarca escocés entendió esto como una aparición de la virgen y en su honor mandó construir la capilla que daría lugar a esta abadía.
Como ya es común la reforma religiosa escocesa acabo con la vida y funcionamiento de la abadía, que finalmente fue vendida con sus tierras a Alexander Brodie of Lethen, un noble de la zona.
En la actualidad, junto a estas ruinas se encuentra el pequeño cementerio local, ambas construcciones están bajo el cuidado de una asociación formada por todos los habitantes del pueblo, quienes con algunas ayudas del gobierno cuidan de estas impresionantes ruinas, que de nuevo no han recibido toda la atención y reconocimiento que deberían haber tenido. A pesar de esto la visita es totalmente grauita, y tan solo se sugiere un donativo voluntario al visitante.


