Acueducto de los Milagros

Mérida es una de las ciudades extremeñas más bellas y con un patrimonio cultural mayor y más excepcional. Lógicamente es Patrimonio de la Humanidad ya que posee un conjunto de restos romanos de los más importantes de esta civilización. Concretamente el Acueducto de los Milagros que salva el río Albarregas y llega hasta el casco antiguo de la ciudad está relativamente bien conservado. Es imponente y desde no hace demasiado tiempo ha mejorado muchísimo todo el entorno, convirtiéndolo en un lugar ideal para pasear. Sobre el acueducto resaltar la combinación entre piedra y ladrillo rojo. Esta peculiar combinación hace que este acueducto sea distinto por ejemplo al de Segovia o al de Tarragona.

El de Segovia es el de más renombre, pero no por eso el único. En Mérida, la antigua Emerita Augusta, se encuentra, a las afueras del casco antiguo, este bonito acueducto, que como su nombre indica, es casi un milagro que continúe en pie tras siglos y siglos de vida. A su alrededor se han ajardinado los laterales del río que lo cruza, lo que embellece todavía más el paisaje que nos ofrece.

Está construido a base de piedra y ladrillo, como se puede apreciar en sus arcos. Y desde hace ya algún tiempo, no está solo, sus fieles compañeras de viaje, las cigüeñas, han anidado en lo alto de sus arcos, algunos ya solo columnas, y conforman un idílico paisaje.

El acueducto romano de los Milagros en Mérida, es una de las construcciones más impresionantes de la ciudad, su longitud total llegó a ser de 12 kilómetros. Está situado al noroeste del centro neurálgico de la ciudad romana Emerita Augusta, en un precioso y cuidado parque, cruza el río Albarregas justo antes de desembocar en el Guadiana. Hoy tiene una altura máxima de 25 metros y una longitud de 830 metros.

Pero lo mejor es dejarse llevar por los sentidos, toca el granito, siente como fluyen 2000 años de historia y deja que su alma recorra tu cuerpo para disfrutar de la experiencia y el significado de las diferentes culturas que han poblado la ciudad romana.

Impresionante cuando estás cerca. Merece la pena verlo de día y también cuando está anocheciendo. Es curioso cuando miras para arriba y encuentras un montón de nidos de cigüeña. Era uno de los acueductos que suministraba el agua a la ciudad.

Construido para llevar agua a la ciudad. Su nombre se debe a que sigue en pie a pesar de su gran altura y los años que han pasado.

En la foto que cuelgo de 1997, se puede ver la gran transformación que se ha realizado a su alrededor.

Está bastante bien conservado y el entorno con el puente romano y el parque con muchas sombras y césped le da más empaque al acueducto. Imprescindible su visita si estás en Mérida.

Junto con el Museo Nacional de Arte Romano, es el monumento que más me ha gustado de la ciudad. Me pareció impresionante la escala monumental del acueducto y pensar cómo en aquella época se pudo construir esta obra ingenieril de tales dimensiones. Además se encuentra en un parque muy agradable para pasear y disfrutar de esta grandiosidad, una simple explanada verde le da toda la potencia que se merece.

Para darse una vuelta por el parque.

Se llama De los Milagros, por algo.

No muy céntrico, fácil de parar a ver sin tener que acceder al casco histórico.-

Está muy bien conservado y por la noche es precioso ir a verlo

Rincón mágico para contemplar esta maravillosa obra de ingeniería del imperio romano