Fermin Bernaus Berraondo
El acceso es muy complicado
Alojamiento con media pensión sale en torno a 140€ la noche. Está en lo alto de una carretera que finaliza en el propio agriturismo, a las faldas de la cima del monte Epomeo, con lo que la tranquilidad está garantizada.
Carretera estrecha sin opción a que se crucen dos vehículos; Mario, quien lleva el negocio, nos recomendó dejar el coche varios cientos de metros abajo de la carretera y el bajó con su coche y luego condujo el nuestro de vuelta para que pudiéramos descargar las maletas y demás. Muy atento y no supone demora más allá de la incomodidad de tener que llamarle a su móvil al anochecer cada vez que volvíamos para repetir la jugada.
El establecimiento está muy frecuentado por alemanes, las vistas a la bahía de Nápoles impresionantes y las habitaciones depende de lo que se pague con vistas al mar, al jardín o ambos. La habitación más económica sencilla, sin grandes pretensiones, las demás no sé pero el lugar compensa este punto.
Tiene piscina y jardines con hermosas plantas y flores, cuidado hasta el último detalle. La comida casera y natural de calidad, desayuno muy surtido si acaso se echa a faltar algo de fruta.
Por último si te gustan los perros Kika es un encanto!
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