María Alba
Pequeño restaurante, bueno y económico
El Ajidokoro fue el primero de los muchos restaurantes que tuve la suerte de probar en Japón. Tenía el hambre justa del largo viaje en avión y tren, pero era invierno y Yoshiko, la amable dueña del Cottage Inn Fu-sha, nos dijo que los restaurantes cerraban muy pronto y que nos recomendaba salir ya. Así que eran las 6 de la tarde y fuimos a cenar, lo que me recordó tiempos pasados en Finlandia donde también cenaba prontísimo. Cierto que en Japón, durante el invierno anochece en torno a las 5, con lo cual parece más tarde de lo que es.
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