El Viajero
Casi siempre que voy a Carmona termino...
Casi siempre que voy a Carmona termino dejando el coche aparcado en esta alameda. Aquí estaba la Plaza de Abajo, en extramuros, lugar popular en el camino de Sevilla que se llenó de comerciantes para abastecer a los viajeros. Sus tiendas eran temporales y se congregaban alrededor de la Fuente de los Leones. El ambiente allí generado, aumentado por las ferias de ganado y los rezos de los musulmanes, propiciaba las continuas celebraciones de actos festivos populares en claro contraste con las fiestas que se celebraban en la Plaza de Arriba, actual Plaza de San Fernando, donde residían los señores de Carmona.
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