El Viajero
La primera vez que llegué a esta ...
La primera vez que llegué a esta Alameda me di cuenta de que estaba en otra ciudad. Acostumbrado a recorrer el borde del Tajo, la medina musulmana y las zonas comerciales el barrio de San Francisco parece otro lugar. La tranquilidad era total y aquella vez me tomé una cerveza en un bar lleno de rondeños, poniéndome una tapa de pulpo a la feira.
Con el tiempo me he acostumbrado a bajar de la Ronda alta a este barrio de extramuros, mucho más tranquilo y con sabor morisco. Eso sí, la última vez me fue imposible encontrar aparcamiento. Ví muchos turistas que habían optado por dejar sus coches en la cuneta de la carretera de Marbella, a unos cuatrocientos metros de distancia.
En esta plaza estuvo el cementerio árabe y tiene un aire medieval acrecentado por la restauración de la amurallada Puerta de Almocábar y sus jardines.
La plaza nació como consecuencia de la rebelión de los moriscos en 1568, que fueron desplazados al exterior de la ciudad. Posteriormente fue el lugar elegido para los ejercicios y festejos de la Real Maestranza de Caballería.
Aquí se levantó el primer templo cristiano, la ermita de la Visitación. Y aquí se instalaron numerosos mercaderes, quienes no querían pagar impuestos por vender dentro de las murallas. Esta tradición se mantiene con el mercadillo de los domingos. En sus cercanías están la Iglesia del Espíritu Santo y el Convento de San Francisco, pues éstos siempre se instalaban en el exterior de la ciudad junto a la puerta más importante.
La plaza recibió el nombre de Ruedo Alameda y el camino hacia el Convento el de Carrera de Caballos pues aquí se realizaban diversas carreras y ejercicios de armas. La ermita fue desplazada y en su lugar se construyó una capilla para los militares que la guerra civil destruyó. Otro convento de la plaza es el de las franciscanas de San José.
Leer más



+2