Dah, Ladakh, India

Dah es una aldea a 130km de Leh y al noroeste del poblado de Khalsi, en la zona de Ladakh en India. El camino hacia Dah es de una lentitud inesperada. Las calles en Ladakh están en muy mal estado y en permanente reparación; pasaran las horas y se transforman las expectativas y el camino se hace abstracto..Una nube de polvo, adormecidos los kilómetros. Y una de las experiencias mas bellas e inolvidables.
A Dah no se accede en coche, hay que subir una cuesta y la aldea se dibuja entre las piedras. A la gente de esta zona se los conoce como Drokpas o Brokpas, lilteralmente significando ‘gente que vive en las montañas’. Su origen es desconocido pero por sus rasgos y en su color de piel, y tal vez por sus ojos claros se cree que son Arios, descendientes de las fuerzas invasoras de Alejandro el Grande. Su religión se llama Bon y parece ser similar al Budismo, y su dialecto es Tschina – un idioma arcaico. Y por siglos han resguardado su ‘raza’ prohibiendo los matrimonios entre castas.

Me dijeron que en pleno Ladakh había una aldea donde sus habitantes eran arios. En Leh y en Likir me comentaron que su gente, aunque budista, era alta, con nariz prominente, como si 'fuera italiana'.
Dha queda perdido en el tiempo y en la geografía desolada de Ladakh. No tiene ni una sola calle; para acceder a su caserío hay que dejar la carretera que bordea al río Indo y caminar por una senda alta sobre un valle estrecho lleno de flores.
En el lugar viven apenas 60 personas muy humildes. No tienen electricidad, ni agua corriente, sólo tierra fértil donde producen lo que comen durante todo el año. Su contacto con el exterior es casi nulo. De cuándo en cuándo, viajeros como yo, con una mochila al hombro, aparecen en el pueblo y se quedan un par de días, enamorados de su valle dorado, de su soledad y de su infinita paz.