En pleno corazón de Florencia
Primera semana de noviembre, último viaje del año. ¿Dónde nos hospedaremos? Pues como de costumbre en un lugar que esté cerca del centro, que permita movernos con facilidad y a pie. La elección: el Rodo Hotel Fashion Delight.
Para que os hagáis una idea de lo en el centro que está, decir que al salir por la puerta del edificio donde se ubica el hotel lo primero que ves es la imponente Catedral de Santa María del Fiore, ¿os situáis verdad?
Es un hotel, según reza en su nombre, pero por su estilo más se parece a una Pensión, me explico, no todo el edificio es el hotel, el nuestro curiosamente tiene la zona de recepción y de comedor para desayunos en la primera planta, mientras que las habitaciones están en la tercera planta.
Nos ha recordado mucho a la pensión que estuvimos en San Sebastián, pues tiene detalles que ni algún hotel de 4 estrellas tiene, como por ejemplo en el baño encontrarte un par de zapatillas de baño.
Cuando llegamos lo primero que hicimos fue ir a recepción en la primera planta, donde nos atendió muy amablemente la señora que se encontraba en ella. Llegamos muy pronto, el check-in es a partir de las 14:00, pero tuvimos suerte que la habitación que nos asignaron estaba vacía y preparada, con lo que aún llegando tan pronto, sobre las 10:30, ya nos pudimos instalar en ella.
Nos acompañó hasta la habitación y nos dio todas las instrucciones necesarias, ya que a partir de las 23:00 no hay nadie en recepción y para poder acceder al edificio te hace falta un código, y las correspondientes llaves de la puerta de la tercera planta y la habitación. Sin problema.
La habitación que nos asignaron fue la 308 con el nombre de Alchimia. Es una habitación interior, desde la cual veíamos parte de la cúpula del Baptisterio de San Juan, pero que como ventaja podemos decir que era súper tranquila, y disfrutamos de una calidad de sueño muy buena. De un buen tamaño, y con una gran cama. Indicar que los cojines que hay son bastante blandos, para mi bien pero para mi señora demasiado blandos y tenía que dormir con dos.
La decoración de la habitación nos recordó aquellas casas de campo de la Toscana, con una pintura como desgastada, pero con mucho estilo. Lo que conjuntamente con el mobiliario de la misma te permitía trasladar a una de aquellas famosas casa Toscanas que hemos visto en más de una película.
La habitación dispone de wi-fi gratis, te dan las instrucciones en recepción puesto que tienes que darte de alta con un mail para disponer de él. También dispone de una pequeña nevera que está justo en la mesita de noche de uno de los lados de la cama, en la cual encontrarás dos botellines de agua de cortesía. También hay un moderno sistema de control de climatización de la habitación.
Por último el baño era súper grande, ya que estaba adaptado para personas con dificultad de movimientos. No podemos opinar del desayuno por que nosotros optamos por coger solo la habitación, ya que la diferencia de precio entre habitación y habitación+desayuno nos pareció elevada. Tranquilos, hay muchas cafeterías y bares por los alrededores en donde se puede desayunar.
¡¡¡Un gran acierto!!!
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