Enrique Muñoz
La vista y la comida valían la pena
Uno de los restaurantes frente al hipódromo al lado de la cisterna, una vista bellísima, todo desde la Mezquita Azul hasta Santa Sofía de noche y con todo iluminado. La comida buenísima y le atención perfecta, son pequeñas plantas ubicadas una sobre otra hasta llegar a un cuarto piso de escaleras obvio, pero la vista y la comida valían la pena.