L'Ametlla de Mar

Visitar l'Ametlla nos permite poder conocer uno de los secretos mas bien guardados del Mediterráneo. Alrededor del municipio cuenta con distintas zonas de apartamentos y urbanizaciones con calas preciosas y cristalinas que muchas veces nos recuerdan la costa brava pero sin el colapso de visitantes.

Recomendamos buscar los mapas de calas para poder ir visitándolas por los distintos caminos que nos llevan.

L'Ametlla además es gastronomía y como pueblo pesquero uno de sus tesoros son los productos marítimos, desde los mejores atunes rojos del mundo, gamba roja, la galera,... Puedes perderte en sus distintos restaurantes para poder saborear estos platos.

A l'Ametlla de Mar también la llaman La Cala. Sus habitantes no son “ametllencs” sino caleros. La primitiva Cala de la Ametlla y, más al nordeste, la Cala de Sant Jordi han sido los refugios de la costa más adecuados para navegantes y pescadores y, junto con la masada de Pons, apoyada en la montaña, y la playa de la Almadrava, al límite norte del término municipal, han sido los pequeños núcleos habitados más importantes antes del siglo XX.
A Sant Jordi, sin hacer mención del mundo romano y prerromano, hay restos del castillo del siglo XIII, sede de la Orden de San Jorge de Alfama, la única orden estrictamente catalana de la historia, y el edificio restaurado de otro castillo construido a caballo de los siglos XVII y XVIII.

L'Ametlla de Mar es un pueblo marinero situado en la costa de Tarragona cerca del Delta del Ebro, no tiene playa larga de arena, pero por contra tiene mas de 10 calitas de arena muchas de ellas con bandera azul de la Union Europea, os muestro una pequeña muestra con estas fotos...

El pueblo en sí es bonito, la zona del puerto y sus callejuelas. El problema está en lo mal que huele en todo el pueblo y la total falta de respeto de la mayoría de negocios en los que visitamos, que les hablas en castellano y te contestan en catalán o francés. Incluso en un supermercado spar la señora que me atendió me llegó a llamar inculto por no saber ni catalán ni francés.

Es un pueblo típico costero donde se puede comer unos arroces deliciosos. Tiene unos parajes inigualables con unas calas preciosas donde te puedes perder rodeado de mar y naturaleza. Como nada es perfecto, he de decir, que dormí en un hotel, que supuestamente es de 4 estrellas, pero que mas bien creo que se las dieron en su día. pero se le han caido 3, pésimo en servicio para el precio que tiene, es el Hotel Ametlla Mar donde no volveré pero si volveré a L'Ametlla de Mar, porque me ha enamorado el pueblo, su gente y sus parajes.