En el centro y bien comunicado
Necesitábamos un lugar en el que sentirnos cómodos durante nuestra estancia de una semana en Berlín. Céntrico, con desayuno (no me gusta salir a la calle con el estómago vacío), que no fuera demasiado caro y que tuviera los servicios básicos pero sin caer en la cutrez.
Después de revisar una y otra vez las webs de reservas de hoteles más conocidas, elegimos tres que se adptaban a lo que queríamos y final triunfó el Lützow con una ventaja sobre los demás realmente considerable.
Lo primero el precio, que nos sorprendió al tratarse de una ciudad como Berlín, lo segundo la situación, cerca de Tiergarten, que es la antesala oeste de la ciudad y de varias paradas de metros, tranvías y autobuses. Y finalmente la pequeña pero resultona cocina con microondas, frigorífico y dos placas eléctricas que nos daban de cenar cada noche y de desayunar cada mañana.