Confortable
Un lugar muy confortable para nuestra estancia en Limoges, en pleno barrio histórico de Saint Martial y prácticamente a las puertas del bellísimo Puente Viejo o de Saint Martial y del estruendoso río Vienne.
Totalmente equipado, moderno y muy funcional. Eso sí tener en cuenta los horarios de la recepción si no os queréis quedar un buen rato esperando a que aparezca alguien para daros las llaves!.
Perfecto para caminar y visitar esta interesante ciudad que ha sido nuestra primera parada en la larga ruta hasta Bélgica en coche.
Tranquilo, silencioso y con precios muy interesantes.