El Viajero
Un lugar para vacacionar
Un poco antes de llegar a Algodonales hay que bajar una pendiente de unos dos kilómetros. Al final se pasa sobre un viaducto metálico sobre el río Guadalete y se inicia un cuesta que en otros dos kilómetros nos lleva hasta la gasolinera y la zona de ventas. En Algodonales hay varias áreas recreativas pero la que más me gusta por su belleza natural y no artificial es la que se encuentra bajo el viaducto.
Apenas cruzarlo sale un camino de tierra hacia la derecha que nos hace pasar por un antiguo puente de piedra. Tras él tenemos la opción de recorrer las orillas del río por ambos lados, aunque es mucho más amplia la ribera derecha.
Bajo el puente de piedra están los servicios del área, de momento aún en malas condiciones porque esta zona se ocupa en agosto. Al lado se instalan los contenedores de basura que se recoge diariamente.
El área es una zona alargada con un bosquecillo de eucaliptos alrededor de una corriente fluvial de escasa profundidad bordeada de cañaverales. En las estribaciones hay algunas encinas pero, afortunadamente, no hay pinos porque tienen la mala costumbre de bombardear a los incautos que se alojan bajo ellos con unos bichitos verdes picadores.
La naturaleza es abundante pero el Área está preparada. Dispone de mesas, aunque no barbacoas porque se prohibieron en un tórrido verano y aún no se han enterado de que ese verano terminó. Dispone de columpios y zona infantil. El río tiene poca profundidad pero en la parte final del Área hay un azud, o pequeña presa, donde el río se embalsa y se puede nadar.
La calidad del agua es cristalina y como se halla lejos de zonas habitadas se respira naturaleza.
Actualmente el Área está en hibernación pero en agosto se llena de sevillanos. Luego, en septiembre, regresan presumiendo de haber pasado un mes en un chalet con piscina en Chipiona, pero en realidad se pasan aquí el mes entero. Llenan el bosquecillo de toldos, meten los coches casi en la orilla del río, se montan sus cocinas aunque se prohíba hacer fuego y viven aprovechándose de que desde el cercano Algodonales les llega todo lo que necesitan: pan, hielo, periódicos, verduras, frutas, vino, cualquier cosa que se pueda vender.
Es un sitio magnífico, seguro que como otro Agosto más pasaremos algunas jornadas compartiendo charla con los sevillanos y remojándonos en el azud. Fue una suerte descubrirlo.
Leer más



+9