ANADEL
Es un restaurante del Trastévere
Algunos se jactan de no tener menú turístico, y este no lo tiene.
Su interior es antiguo y típico, como tantos otros, con manteles de cuadros rojos, y la camarera hispana muy atenta.
Como en febrero hay que pedir alcachofas, pues las pedimos, me quedo con las que tomamos fritas la noche anterior, estás a la romana además pinchan la boca.
La pasta estaba sabrosa, con mejillones y fresca como suelo pedirla, una opción más en uno de mis barrios preferidos de Europa.
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