Alberto Conchado Sánchez
Hotel asombrosamente bien comunicado
Estuve con mi hermano hace unos años.
Es un hotel que probablemente cualquier turista posiblemente descartaría en una primera mirada, pero un viajero volvería a revisar.
Me explico: está en una zona un tanto alejada del centro y del bullicio turístico de la ciudad. De hecho, de noche daba un poco de respeto, aunque eso no nos privó de volver de fiesta a las tantas varios días. No obstante nunca tuvimos ningún problema de seguridad, tan sólo la apariencia de la zona.
Dicho esto, el hotel está a pocos pasos, al final de la calle de 1 parada de metro que en 3 minutos por reloj nos deja en cualquiera de los nudos de comunicación principales de la ciudad, el triángulo de estaciones de Omonia, Syntagma y Monasteraki.
El hotel está bastante bien para ser un 4 estrellas, quizás la habitación algo pequeña, pero el aire acondicionado funcionaba de maravilla, y eso a casi 40 grados fuera es algo muy a tener en cuenta en un hotel de estas latitudes.
El desayuno bastante variado, estaban geniales los yogures caseros.
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