ANADEL
Está todo controlado.
Fue toda una experiencia descubrir esta pequeña empresa familiar en un maravilloso valle sembrado de viñedos en el Chianti. Su completa web y publicidad había hecho imaginarme otra cosa, pero es un pequeño negocio y bodega con poca producción, que se ha sabido vender bien en las redes.
Había quedado en el pueblo, en su pequeña tiendecita-bar, y de allí había que llegar andando a la bodega, un pequeño edificio sencillo, con un porche, las barricas abajo, y un modesto comedor en la planta de arriba.
Fernando es el dueño, pero había delegado ese día en su joven nuera que habla un buen inglés, y está puesta en el negocio.
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