Carlos J. Maldonado
Atardecer en la Perla del Caribe
A veces, en la fatídica búsqueda de triunfar en la vida se olvida el simple hecho de que el triunfo no es más que estar vivo, poder apreciar las maravillosamente sencillas y gratificantes experiencias naturales que se encuentran a la vuelta de esquina.
Brindando siempre lo mejor de ellas aún sin siquiera conseguir el más mínimo expectador; y es ahí, cuando en algún momento, hace acto de presencia, la oportunidad de experimentar, casi por accidente, un momento como este, ese que recuerdo como el tesoro más preciado, junto a aquella persona que me acompañaba a través de aquel espectáculo
De colores que forman un atardecer margariteño y que hoy sigue compartiendo las más hermosas experiencias...
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