Balneario Gellért

....y más caro, merece la pena sin embargo para poder apreciar su arquitectura, por lo demás algo estropeada que le da un toque decadente muy peculiar. Aunque muy criticado por su piscina principal de agua fría, resulta una experiencia agradable ya que la temperatura es muy tolerable y el entorno tiene mucho encanto. El resto son de agua calentita.
Aviso, las personas que necesiten gafas como yo o las llevarán permanentemente empañadas o lo verán empañado por la miopía......menos mal que también tiene piscinas al aire libre, una de ellas de olas, que resultan de lo más visible....

Ubicado en el hotel del mismo nombre, constituye sin lugar a dudas el lugar más turístico, más caro y el más conocido de Budapest.

A mi particularmente n me atrajo mucho pero a Amparo y a Rodrigo les gustó bastante, ya se sabe que contra gustos no hay nada escrito y yo respeto todos.

Para empezar nos dieron una cabina única y pequeña para cambiarnos los tres, por lo que teníamos que espera a que saliese uno para entrar otro. Los suelos a causa del vaho y del agua que chorreamos los bañistas están desagradables y extremadamente resbaladizos. Yo me caí dos veces. A pesar de que está prohibido las zapatillas normales por higiene, el socorrista o la persona de mantnimiento se paseaba con unas a los largo y ancho de las instalaciones.

Escenario monumental que deleitará todos tus sentidos, cerca de la Plaza St. Gellért.

Antiguamente se pensaba que sus aguas eran capaces de curar enfermedades... y estaban en lo cierto!

Personalmente lo mejor de Budapest!

De viaje con mi clase, hicimos una parada en los Baños Guellért para relajarnos y descansar, donde se encuentra esta fuente.

Relajación

Mejor no contar porque es un sitio lleno de sorpresas que cada persona que va tiene una sensación diferente, sitio obligado para visitar.