Termas romanas de Bath

A orillas del río Avon se encuentra la ciudad de Bath, en el suroeste de Gran Bretaña, única fuente termal de la isla. La antigua villa romana de Aquae Sulis, fue fundada en siglo I DC sobre el lugar en donde se encontraban los manantiales.
Los romanos habían elevado los baños a "un fino arte", que incluía un ritual mucho más completo que la simple inmersión y posterior sudoración.
El ritual consistía en varias partes: Desvestirse, bañarse, sudar, recibir un masaje y descansar para lo cual se construyeron diferentes aposentos.
Estaban situados en pleno centro de la ciudad, al lado de la antigua Abadía del siglo XV y en la actualidad siendo la ciudad tanto mas grande, están rodeados de una incesante muchedumbre que habita en Bath mas los miles de viajeros que acuden a conocerlos.

Una experiencia inolvidable visitar este estupendo museo y terma romana que aún conserva sus conducciones originales y fuentes de agua a 45 grados centígrados. Imprescindible el audioguía que de una manera didáctica os contará la historia de este lugar.

La parte superior es una construcción del siglo XIX construida para preservar las termas que hay debajo así como para obtener unas mejores vistas de las mismas. En su interior hay una tienda del museo, un recorrido guiado sobre las ruinas que se descubrieron después de siglos en que el lugar quedó sepultado bajo capas de lodo y barro, una impresionante colección de monedas que abarcan 300 años de historia romana, una escultura de la cabeza de Sulis Minerva diosa romana, el frigidarium, vestuarios etc

Considerado uno de los 10 lugares mejor conservados de la época romana, estos baños nos dan una gran idea de la vidorra que se pegaban nuestros amigos latinos.
Están ubicados en el centro de esta bonita ciudad inglesa, al lado mismo de la catedral. La entrada eran unos 15 €, y te da derecho a un audioguia (que lo hay en español) gratuito. El audioguia no tiene desperdicio, os vais a hinchar a reír, parece hecho por actores pornos por los soniditos que emiten.
El complejo está compuesto de varias piscinas, unas de agua caliente que emana de debajo de los baños y otras de agua fría, destacando la central de agua caliente, impresionante.

Si están por la zona de Bath es un sitio que no se pueden perder el alto precio de su entrada vale la pena porque se exprime hasta el último céntimo en la visita, lugar donde apetece repetir la experiencia.

Un imprescindible para conocer sobre los baños romanos, sus usos y ritos y del pasado romano de las islas británicas.

Fascinantes, de verdad. Cierto es que estamos en una reconstrucción, en un edificio del siglo XIX que se yuxtapone a los restos romanos, reproduciéndolos.

Pero debates arqueológicos sobre purismos en reconstruir o no reconstruir lo cierto es que más allá de su monumentalidad y belleza prepárate para un máster en “cómo vivían los romanos” que debería ser canjeable por créditos universitarios.

La musealización y su didáctica es de 10: paneles, hologramas, vídeos, sonidos y todo tipo de recursos virtuales para unos restos que son ya imponentes por sí mismos. ¡Bravo para la gestión del patrimonio de los ingleses!

Si no lo ves, no lo crees. Una visita arqueológica muy interesante.

El monumento en sí mismo es bastante pequeño pero merece la pena visitarlo.