La palabra abuelo suele sugerir algo...
La palabra abuelo suele sugerir algo cálido, agradable, que da seguridad. A mí enseguida me viene a la mente la imagen del abuelito de Heidi removiendo esa leche tan densa que había que beberla con cuchillo y tenedor. Ese bienestar se vive en La Casa del Abuelo donde también rellenan los vasos, pero lo hacen de vino. De un vino riquísimo que se toma en chatos.
¡Ojo con ellos! Para acompañarlo, cualquier ración le va bien pero sugiero las patatas con salsa brava (las bravas), gambas al ajillo, la morcilla con arroz, los pimientos verdes, las setas, las croquetas de jamón, la tortilla de patatas, el queso curado… ¡TODO!
Está en el centro de Madrid y gracias a su éxito han abierto otro, El Abuelo 2, muy cerca de éste. Si vas a uno, te invitan al vino en el otro. Así puedes estar toda la noche del 1 al 2 cual pelota de ping pong.
Al final, efectivamente, me he sentido en un lugar cálido y agradable del que me he llevado un recuerdo: Una de sus botellas de tinto El Abuelo.
Atención: En el vídeo adjunto he puesto un titular que da lugar a confusión ya que este bar no acaba de abrir sus puertas. Para nada. Tiene más de cien años de existencia. Es añejo, como el buen vino.
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