Bar de toda la vida con buenas tapas
Este bar hace esquina, y está muy cerca del puerto, tras los restaurantes que dan a la carretera y en el entramado de callecitas típicas que hay en este barrio marinero.
La verdad es que caímos aquí por pura casualidad, se estaba bien a la sombra en la terraza situada en el estrecho callejón, y las tapas no defraudaron.
Este bar de toda la vida sirve unos deliciosos chopitos, bravas, verdura a la plancha o sepia servidos por un camarero que no se como se pudo acordar de lo que pedimos siete personas sin llevar papel y boli, sorprendente y profesional. Ah , y que conste que es barato.