ANADEL
La barra es un espectáculo
No solo dormimos en este hotel rural del centro de Oña, también desayunamos, y cenamos la noche anterior.
Hay que decir que cuando la barra es un espectáculo, es a las once de la mañana, no le caben los pinchos ni las tortillas, a la hora de cenar no quedaba nada la noche anterior y el menú de la cena fue frugal aunque bien hecho, sin complicaciones.
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