Peor imposible!
Empezando por la poca empatía del personal, siguiendo con la mala calidad de la comida y terminando con el abuso del precio.
La tabla de ibéricos con lonchas tan finas que se transparentaba el tenedor!!, los croquetones. Difíciles de tragar y recalentados!!, los pinchos
morunos secos y duros, el bocata gigante era media barra pequeña y con la pechuga de pollo seca y pasada , con cebolla escasa y jamón que de ibérico no tenía nada, me siento engañada y estafada.
Ya he leído que no he sido la única!!