Marta Pilar
Un bar de tapas que vale la pena visitar
Lamentablemente y por el horario en que habíamos ido recién se estaban ubicando las mesas en la plaza por lo que sólo pudimos pedir un cafecito para seguir nuestro camino, lo que no nos impidió tomar varias fotos del lugar.
Ubicado casi pegadito a un Restaurante que sólo abre por la noche y mientras disponían las mesas y las sillas bajo el toldo rebatible y las sombrillas, algunas blancas y otras de color amarillo, nos detuvimos a mirar en detalle lo que habitualmente tiene para comer, aunque aúno no estaba puesto el plato del día que era una tarta, ofrecían alitas de pollo, chipirones, melón con jamón (al jamón en cualquier rincón de España no hay conque darle), Gazpacho y Sangría.
Tienen una gran variedad en bocaditos, platos combinados con tostadas, una gran disponibilidad en platos compuestos y a preparar para todos los gustos. El lugar es sencillo, cómodo, queda al paso de todo, la gente que lo tiende es muy amable y si desea tomarte una buena cerveza allí podrás hacerlo sin inconvenientes.
El lugar se encuentra rodado de grandes canteros con plantas y flores de estación y sobre cada mesa hay una carta menú disponible y un cenicero para los que fuman. También cuentan con más sombrillas para colocar en la plaza si la cantidad de gente supera el espacio cercado disponible.
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