Sorpresa en positivo
No pudimos entrar en Río Sor por mucha gente. No nos atrevíamos a entrar en el O FOXON por triste, pero nos decidimos y nos sorprendió que en un sitio así de triste nos atendieran tan bien: unas cigalas plancha, un solomillo de buey en su punto y unas sonrisas de las chicas que atienden perfectamente las mesas, que al final casi se llenaron nos hizo olvidar el chasco primero y agradecerlo.
Recomendable y no miréis mucho la decoración.