Barcos de Luang Prabang

Por apenas ún dólar americano, la moneda con la que aquí más se desenvuelven, desde Luang Praban puedes ir a Sing mei; un poblado al otro lado de la ciudad en la orilla opuesta del río Mekong. También desde este embarcadero te pueden llevar a otros más lejanos; los precios ya no serán tán baratos pero, aquí se negocia según los km.

Que quieras hacer y los tripulantes que seáis. Estas barcas de transporte són muy utilizadas en todo el páis, son estrechas y largas, ideales para nadar a favor o contra corriente.

El paseo puede ser muy romántico si vas con tu pareja ó muy agradable si vas con algún amigo/a. A mí la compañía mi grán amiga Clara, esta chica parisina, me sobraba para encontrar la magia del trayecto. Esta viajera con la que compartí otras rutas de viaje días más tarde, fué otro regalo que alguien colocó en mi camino.

La ciudad de Luang Prabang está dividida en dos por el río Mekong. A un lado, se encuentra todo el interrés turístico, los templos, el palacio real y todos los hoteles y restaurantes, mientras que la otra parte, está formada por zonas de cultivo, casas humildes de laosianos y algún que otro templo. Contado así parece que no hay nada que ver al otro lado del Mekong, pero la verdad, es que merece la pena visitar las dos zonas porque son completamente diferentes y, mientras en una vamos a poder contemplar edificios abrumadores y templos increíbles, en la otra, vamos a poder disfrutar de unos paisajes preciosos formados por arrozales, y vamos a poder ver también cómo era Luang Prabang antes de potenciarse turísticamente. Para poder cruzar el Mekong sólo existe una forma, coger un barco. Hay numerosas embarcaciones todo el tiempo en las dos orillas. Se trata de embarciones típicas laosianas, hechas de madera y muy alargadas. Tienen un toldo para protegerse tanto de la lluvia como del calor y no van excesivamente rápido, pero tampoco importa porque la distancia es muy pequeña.