Después de pasar unos días en Búzios me te...
Después de pasar unos días en Búzios me tentó Rio y y me quedé en la gran ciudad. Es que me atrajeron algunas 'cosinhas' que había escuchado por allí. Ni el Corcovado, ni el Pan de Azúcar, ni Copacabana, ni Ipanema, ni Leblon. Me instalé en Santa Teresa, un barrio trepado en un morro muy muy alto, antigüito, con casas lujosas aunque deliciosamente decadentes. Después de décadas de abandono, hoy Santa Teresa ha resurgido como un sitio bohemio, donde poco a poco se han instalado galerías de arte, bares de copas y restaurantes con mucho ambiente. El Largo do Guimaraes, en una época olvdado, hoy es la calle 'cool' para cualquier encuentro.
El calor en Santa Teresa es una especie de muerte anunciada, 38 grados, humedad a rabiar, aunque yo estoy feliz, a mi aire, instalada en una guest house increíble, de la que luego os voy a contar.
También os contaré de Lapa, un barrio de principios de siglo XX ubicado a los pies de Santa Teresa que se estropeó, fue tomado por prostitutas, mafiosos y drogadictos hasta hace un tiempo, en que se convirtió en morada de artistas y centro de increíbles recitales populares a cielo abierto y en las calles.


