La Moreneta
Visitar el santuario de la virgen de Montserrat es entrar en un lugar de devoción increíble. Como patrona de Cataluña que es, La Moreneta es más que una imagen, es todo un símbolo que trasciende lo puramente espiritual.
La basílica es preciosa, de reciente reconstrucción (S. XIX), ya que la original del SXVI fue casi destruida durante las guerras napoleónicas. Una sola nave nos recibe, con capillas laterales oscuras, íntimas. Al fondo, lejana, se ve el lugar donde está situada "la moreneta" (nombre coloquial de la virgen de montserrat debido a su color negro).
Hay un acceso lateral, un profundo pasillo que nos lleva a la sacristía y después a unas escaleras estrechas que suben hasta la imagen de la virgen, donde, fieles y no tan fieles, suben a contemplar, besar, tocar, rezar, la mayoría, a fotografiar, la figura impertérrita de la virgen.
Me gusta está basílica, tiene un bonito estilo y una colección de lámparas, que a mi, en conreto, me tiene hechizada, es curioso, siempre que vengo, mi mayor atracción son estas lámparas increíbles, de todos los estilos, pero que configuran un armonioso conjunto.
El lugar está cargado de emotividad, por los devotos que se sientan a rezar, a pedir y por otro lado, por los nacionalistas que veneran en esta virgen su "patria perdida". Es curioso lo que esta imagen representa y la veneración tan importante que tiene en Cataluña. En cierto modo, me recuerda a cuando visité el Pilar de Zaragoza, donde se mezcla devoción religiosa con exaltación patria de la hispanidad ;-).
Curioso y bello lugar. Todo el monasterio de Montserrat es una belleza, ya sea por su arte, por su historia o por su paisaje.