Basilica de Trier

Impresionante monumento romano, que te deja alucinado pensando de la época que es. Está cerca de la catedral y la entrada es gratuita. Era la sala del trono de Constantino y es el espacio individual más grande de la antigüedad que ha sobrevivido.

Por fuera asombra por su magnífico estado de conservación, no es el típico edificio en ruinas, sino una estructura romana tal y como era hace 2000 años. Por dentro, sorprende aún mas, debido a las trampas arquitectónicas que ofrece el espacio. Los romanos, para dar aún mas sensación de grandeza, hicieron las ventanas del fondo más pequeñas que las cercanas a la puerta, dando la sensación, nada mas entrar a la Basílica, de una profundidad mayor de la que es.