Maravilloso.
Dicen que tu casa es donde estés a gusto. Y nosotros nos encontramos muy a gusto en el BBK Bilbao Good Hostel.
El trato en el hostel es lo que más nos gustó. La gente es encantadora y nos trataron como reyes. Sólo podemos hablar por nosotros, pero tengo la sensación, viendo lo que vimos que tratarán como reyes a cualquiera que vaya.
Lo primero que nos pasó es que llamamos para reservar habitación y las de 4 personas estaban ocupadas. Así que pedimos dos dobles. Nos dijeron que también era imposible, así que nos acomodarían en una de 6. A la hora o así me enviaron un mail cambiandome la reserva a una habitación de 4, ya que otros clientes habían llamado que no podían ir, así que se molestaron en ayudarnos.
El hostel es nuevo, por lo que nos dijeron amigos de Bilbao, sobre unos 4 años. Las habitaciones son enormes, las hay desde dobles hasta de 10 camas. Nosotros cogimos de 4, una habitación enorme. Podíamos tirar los colchones al suelo si queríamos en el centro de la habitación y seguramente sobraría más de la mitad. Suelo que, por cierto, está que se puede comer en él. Como todo el hostel. Impecable.
Además las habitaciones tienen taquillas individuales para cada cama con cerradura electrónica (se abre con la misma tarjeta con la que abres la puerta, cada uno tiene una).
El hostel tiene varias terrazas enormes algunas de ellas dando al monte. En ellas hay unos cubiletes que hacen las veces de sillas y de mesas, está genial para salir y disfrutar un rato, nosotros lo hicimos hablando. También hay una sala en la que poder hacer book-crossing, aparte de lectura y tele. Aunque también la usamos para hablar largo y tendido.
Abajo hay de todo, desde ordenadores que poder usar gratis con conexión a internet (y por supuesto Wifi gratis en todo el hostel) justo al lado de un futbolín (que vimos tarde, porque si lo llegamos a cazar antes...) y máquinas de refrescos.
Aparte, el desayuno va incluido en el precio, y tienen cafetería/comedor enorme. Por la mañana el desayuno fue genial, desde cereales, tostadas, zumos, fruta...
El parking, aunque las plazas son limitadas, es enorme, cabrían furgonetas bastante grandes. Es cerrado y seguro. Incluso nos dejaron dejar el coche un poquito más de lo que deberíamos en el parking ya que no iba a estar ocupado y nos íbamos a dar un paseo por Bilbao. Es un detalle que marca la diferencia y que no sabemos cómo agradecérselo lo suficiente. Bueno, si.
Por el trato recibido y ser un hostel bueno, tener muy (pero que muy) buena gente trabajando, y además ser barato (nos salió la noche a 20€ por persona y 8€ el parking, pero hay habitaciones más baratas), no digo que a lo mejor volvamos. Es que cuando volvamos a Bilbao, ya tenemos casa.
Seguro que se me olvidan muchas cosas en el tintero para describiros lo bien que nos sentimos allí. Lo mejor es que lo probéis vosotros mismos cuando vayais. ¡Totalmente recomendado!
PD: Se me olvidaba. Es un hotel íntegramente adaptado para discapacitados, es un detalle de agradecer.


