Un pueblo encantador
Este es un pequeño y precioso pueblo situado en la Vall de Camprodom, en la alta Garrotxa. Se llega a través de una carretera bastante fastidiosa. Podemos acceder por Camprodon, que se encuentra a 17 Km o por Oix a 18 Km donde te espera una interminable carretera. Nosotros tomamos la entrada por la carretera de Oix, donde había varios paraderos y miradores con unas preciosas vistas de la valle.
En la entrada encontramos la preciosa iglesia de Sant Cristòfor del siglo XII en cuyo interior encontramos la Majestad de Beget, única de su estilo en Catalunya, del mismo siglo XII. Este pequeño pueblo rodeado de montañas se haya en un lugar encantador, siendo todo de piedra y con casas cuyas fachadas se encuentran en perfectas condiciones, se recorre fácilmente en poco más de media hora, cuenta con unas pocas calles pero todas ellas dignas de ver. Es un buen lugar para desconectar de la sociedad, respirar aire puro y conectar con el medio que nos envuelve olvidandonos por unos días de la gran ciudad. Cuando estuve allí, durante el mes de marzo, apenas había turistas, por lo que pudimos disfrutarlo con tranquildad.
Si tenemos tiempo podemos visitar otro de los pueblos cercanos, Oix, también con un toque especial con la iglesia parroquial de San Lorenzo y el Castillo.
Atraviesan el pueblo dos ríos: la riera de Rocabruna y la riera de Can França o del Trui. Los dos ríos nos permiten disfrutar de un baño refrescante y de agua limpia y transparente. Perfecta para realizar fotografías. A menos de un km del pueblo y en dirección a Oix, se encuentran las balsas de Corraveu, de una gran profundidad y encontramos nacimiento del río a unos 25 minutos.
Me sorprendió la cantidad de caminos y direcciones que podías tomar para dar un paseo por la montaña, sea practicando senderismo, bicicleta o simplemente pasear. Puedes ir hacia Comanegra, Pico de les Bruixes e incluso dirección Francia. Ir hacia Oix, la ermita de Salarça, la Vall de Bolós, Rocabruna y Camprodon.
Beget me pareció un lugar perfecto para relajarse y desconectar, encontrarse a uno mismo y pasar unos días en família. Me encantó. En definitiva, muy recomendable de visitar.


