Playa de Benijo

Si tuviese que decidirme por la playa más bella, sin duda, diría ésta con los ojos cerrados. Tuve la suerte de poder conocerla gracias a esta aplicación. Después de recorrer el Parque de Anaga y sus mil curvas llegamos a nuestro destino. De camino tuvimos que parar un sinfín de veces para recrearnos con los paisajes, gracias en parte a que el día estaban despejado y las nubes no cubrían el parque (intentad elegir un día soleado).

Destacar de esta zona la escasa urbanización, pudiendo contar fácilmente el número de edificaciones. Si se va a visitar la playa con niños, recomiendo la playa

Estas limpias y poco frecuentadas playas de volcánica arena negra se encuentran situadas bajo los escarpados picos de la cordillera de Anaga, en una zona que es Parque Natural. El paisaje aquí es realmente impactante, con los picos de lava que surgen del agua. Los bañistas suelen practicar el nudismo y alguno que otro pasa la noche en tiendas de campaña aunque está prohibido. Existe también un pequeño restaurante antes del principio de la bajada para reponer fuerzas. Hay que tener mucho cuidado porque se trata de una playa de fortísimas corrientes.

Si, Tenerife cuenta con cientos de playas increíbles, pero hay una especial al menos para mi: La playa de Benijo.

Situada en la zona norte de la isla, es una playa de fina arena oscura que no se pega a la piel, con unos increíbles roques que la hacen especialmente agradable a la vista, unas olas perfectas para disfrutar no solo con una tabla sino simplemente dejándose arrastrar (y revolcar) por ellas.

Es una playa sin vigilancia (cuidado en los días en que el mar tiene corrientes que pueden darnos un susto) y sin bandera que indique el estado del mar.

En ella conviven con naturalidad los nudistas, las familias, los hippies y cualquiera que se atreva a bajar los (a ojo) 100m de escalera que luego hay que subir.

Buscar un lugar recóndito en una isla tan turística como Tenerife no es nada fácil. Me propuse conseguirlo y ese ansiado lugar resultó ser esta exótica playa. Su dificil accesibilidad la hace aun más bella. Los húmedos vientos alisios cargados de nubes son peinados literalmente por las formaciones rocosas volcánicas que se reparte por toda la orilla del oceáno. Me encontré con uno de los amaneceres más sobrecogedores de los que haya visto jamás. Madrugar ese dia sin duda mereció la pena.

Playa de Benijo, espectacular. Solo tuve la suerte de pasar 3 horas en ella y ya tengo ganas de volver. Las escaleras desde el acantilado tienen su historia, no peligrosa , pero si a tener en cuenta. Una vez abajo, en la playa, cualquier rincón de ella es insuperable; simplemente, hay que visitarla.

No importa la estación del año, ni si es el día o la noche, o si el sol brilla o hay nubes en el cielo, incluso si la marea está vacía o alta...Cualquier momento es bueno para visitar Benijo, lugar agradecido donde siempre encontrarás una foto impactante que hará que sientes deseos de regresar.

Fuimos buscando la playa de Benijo queriendo disfrutar de un lugar tranquilo, pero lo que nos encontraos fue el paraiso dominguero. El lugar es precioso, las rocas, el mar y la playa. Pero la carretera es muy estrecha y hay muchos coches. Encima todos aparcan en el arcén porque no hay lugares habilitados para el aparcamiento por lo que en muchas ocasiones tienes que hacer proezas para poder pasar. La carretera termina aquí, por lo que hay que desacer el camino y volver a pasar por la estrecha y sinuosa carretera. A mi no me valió la pena el viaje.