natalia mitxelena
Casi por casualidad llegamos a esta...
Casi por casualidad llegamos a esta Taberna, situada en el casco viejo de Laguardia. Entramos a tomar un tentempié, y viendo el ambiente nos quedamos a comer. Tomamos unas chuletillas de cordero, una croquetas caseras de jamón y unas carrilleras al vino tinto, de postre un flan casero con helado. Todo delicioso y en un ambiente inmejorable. El servicio amable y acogedor. Muy recomendable.