Riquísimo alemán y terraza estupenda
Fui con mi madre y mi hermana porque estábamos buscando de forma desesperada una terraza donde no muriésemos de calor y de pronto topamos con este restaurante.
En principio sólo nos íbamos a pedir unos gin-tonics pero cuando nos fijamos en la carta no nos pudimos resistir y pedimos también una ensalada de arenques y un surtido de salchichas... ¡todo para chuparse los dedos!
La terraza está en una calle donde los demás edificios la protegen del sol tremendo de agosto y es peatonal, así que es súper tranquilita.
Súper recomendado :)