Una villa perdida pero encantadora
Buscando donde parar para tomar un refrigerio, la casualidad y la carretera nos llevaron a la villa costera de Blackwaterfoot, donde aparentemente toda la vida gira en torno al hotel Kinloch Best Western (que hace las funciones del pub de la villa) y de la oficina de correos, una especie de tienda polivalente (aun más de lo que las oficinas de correos suelen ser en el Reino Unido).
Eso más una tienda algo más grande de lo esperado en la isla, básicamente describen el lugar, pero en nuestro corto paseo descubrimos otro de esos lugares para perderse, en donde se mezcla montaña, playa, mar y río ... este último algo más que encantador, incluso relajante y digno de ser mencionado, pues en una tenue cascada se funde con el mar antes de hacer una curva en pleno pueblo.