Para disfrutar a la fresca de tapa y vino
Bodegas Almau lleva 4 generaciones (desde 1870) vendiendo vino en la calle Estébanes, en el casco histórico de Zaragoza. En sus principios fue bodega y tienda. Hace 35 años se abrió el bar donde el "chato" fue la estrella. El negocio ha ido pasando de generación en generación hasta hoy. Es un bar muy concurrido, pequeño, ¡se llena antes de abrirse!, con una decoración en maderas y toneles. Aquí degustaréis buenos vinos y ricas tapas, como el dulce de anchoa que ganó el premio a la mejor tapa o las bolas. Riquísimas.
En 2006 partiendo de una iniciativa artística surgió la idea de abrir los solares tapiados del casco antiguo para ser utilizados. Unos eran jardines que llevaban medio siglo cerrados, otros depósitos de escombros. Se animó a los vecinos a usar esos espacios para jugar al fútbol, tomar la fresca, o beber con los amigos. El solar que había enfrente de Bodegas Almau se utilizó como terraza: los Almau sacaron los barriles pintados al son del vino: amarillos por el Chadornay, el rojo por el tinto roble... y se desplegaron sombrillas; así quedó abierto un nuevo espacio en la ciudad para disfrute de todos (al que siguieron otros): La Terraza de Bodegas Almau. Os invito a que la visitéis, que toméis una copa, una tapa y luego me contáis...