Es como viajar en el tiempo 200 años atrás y encontrarte con la Mallorca de 1800
¿No te ha pasado alguna vez que te encuentras en un lugar precioso y piensas cómo sería antiguamente, cuando todo era auténtico? Esa es la sensación que tuve cuando entré en la antigua casa de la finca Son Sureda Ric en Mallorca. Todo estaba exactamente igual que la última vez en que la casa fue reformada en 1828. La primera parte de las edificaciones data del S.XV y lo que más me impresionó fue la pequeña bodega. Es un espacio singular, con una estructura simple y austera pero con muchas historias por contar. Fue construida para guardar vino pero también escondió a personas contrarias al régimen durante la guerra Carlista y, durante un tiempo, fue reconvertida en cisterna, cuando la filoxera destruyó todos los viñedos de la antigua "possessió" mallorquina.
La capilla también es encantadora. Se celebran 3 misas al año para los vecinos de la zona, tal y como se hacía antiguamente cuando desplazarse caminando o en carro hasta el pueblo más cercano (manacor) no era factible. Entonces, cada domingo las misas se celebraban en la capilla de Son Sureda Ric para todos los vecinos que madrugaban muchísimo para llegar a tiempo.
Y, antes de dejar esta finca de auténtico estilo mediterráneo, hay que probar sus vinos tintos. Sólo unas 6000 botellas al año de un exclusivo vino que sabe mucho mejor si lo tomas en su terraza, justo delante de los viñedos. Nosotros, además, pedimos un aperitivo mallorquín que combinó perfecto con el vino. Un sitio para volver, ¡sin duda!.
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