Aitana Duque Martinez
Visita personal y excepcional
Estuvimos pasando el día por Laguardia y decidimos visitar Bodegas Luis Alegre ya que conocíamos previamente su crianza.
Llamamos a la bodega y todo fueron facilidades.
Se trata de un edificio circular en el cual la guía nos hizo comprender de una manera muy "fácil" y visual todo el proceso de elaboración de sus grandes vinos.
Su sala de depósitos, con mucha limpieza (algo no tan común en muchas bodegas...) y lo mas impactante; su sala de barricas con un intenso aroma a roble.
Terminamos degustando algunos vinos en el Wine Bar, una zona muy acogedora, con chimenea y decorada con mucho gusto por cierto...
En todo momento la atención fue cercana y muy personal, algo a destacar ya que hoy en día es difícil acudir a visitas con grupos de menos de 20 personas.
Por ultimo, la sorpresa fue cuando nos comentaron que contaban con un restaurante en la parte alta... las vistas nos impresionaron.
vamos... recomendable 100 x 100
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