Sentir la magia de Irlanda
Un joven monje llamado Kevin decidió retirarse a este valle, a finales del s. V. Buscaba un lugar donde meditar y vivir en armonía con la naturaleza... y no cabe duda de que encontró un entorno que cumplía con los requisitos. Allí vivió durante 7 años durmiendo sobre piedras, vistiendo pieles de animales y comiendo lo que la naturaleza le daba.
Sin desmerecer algunos grandes bosques que aún quedan en nuestro país, los bosques que rodean los lagos del valle de Gleann dá Loch (Valle de los dos lagos) son impresionantes y una delicia para pasear y contemplar magníficos árboles, helechos, musgos, pequeñas cascadas, e incluso degustar algún fruto del bosque como los arándanos.... y de vez en cuando la torre cilíndrica de piedra de lo que fue un monasterio importante ya en el s. IX, se abre paso entre el follaje.