Un bosque diferente
Cuando pensamos en bambú nos vienen a la mente los troncos de bambú cortados para hacer mesas o algún adorno en nuestro país pero nunca pensamos en un conjunto de árboles que puede hacer de la naturaleza lo más bonito de un lugar y eso es lo que sientes y observas cuando te encuentras en Arashiyama.
Una vez que te adentras no puedes pensar nada más que en mirar arriba, en llegar al fin de estos árboles con tu mirada para intentar vislumbrar los rayos de sol que pasan cada día desde sus copas con cierta dificultad.
Un bosque hecho arte o lienzo en un país tecnológico como ningún otro.