Una calle con mucha historia
Pasear por la capital de la República Checa es como visitar un museo de arte al aire libre. Edificios que son una obra de arte y que harán que te duela el cuello de tanto ver para arriba.
Una de mis favoritas es la avenida Václavaské a la que accedimos desde na Príkope, la calle comercial por excelencia. En el boulevard, lo mejor es sentarse en alguno de sus bancos y observar alrededor. Al fondo cierra el paso el impresionante edificio del Museo Nacional, escenario de fotos para muchos. Por el otro lado la plaza Wenceslao y en medio muchos edificios llenos de historia.
En el Gran Hotel Europa, cerrado durante nuestra visita a Praga, leyó Kafka su libro La Condena, por lo visto, trabajaba allí cerca. La fachada es preciosa y eso que a mí no me gusta el amarillo, con muchos detalles y bonitos balcones.