Jose M. López-Cepero
Londres es una ciudad maravillosa. Yo...
Londres es una ciudad maravillosa. Yo creo que, junto a París y Nueva York, es una de esas ciudades que todos podemos reconocer aún la primera vez que las visitamos. Y eso es porque una y otra vez hemos asistido silenciosos, como observadores, al espectáculo de sus iconos en libros, discos, películas, pósters, documentales... ¿Quién no conoce a los guardias típicos de Londres, a las cabinas rojas, al Big Ben o al círculo del Metro? ¿Quién no ha visto, aunque sea en una revista, la torre de Londres, los double-deckers o la portada del Abbey Road?
Por todo este sabor londinense he escogído Bridge Street como un rincón a destacar.
Porque desde Bridge Street, desde la estación de metro de Westminster, puede iniciarse un precioso paseo a la multitud de estos sitios que quedan a un paso: Hyde Park, las Casas del Parlamento, la plaza de Trafalgar, el Támesis, el Big Ben, el London Eye... Fue justamente en esa calle, doblándome hacia atrás un poco, donde saqué esta foto que os pongo y con la que estoy particularmente contento, porque para mí resume muy bien lo que fue mi primer viaje a Londres, donde le di forma real a todas esas postales y nombres conocidos, en una ciudad que todo el mundo debería visitar al menos una vez.
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