Alfonso VI dio Brihuega a los...
Alfonso VI dio Brihuega a los arzobispos de Toledo, y éstos favoreciéndola con frecuentes visitas que duraban a veces largas temporadas, sobre todo en los veranos, pues la frescura y belleza del lugar convidaban a ello. Tal predilección sólo beneficios produjo a la villa que en vida de Juan tercer arzobispo, vio demoler el viejo castillo árabe para edificar el actual, mejorado y enriquecido al correr los años; ya en el siglo XIII, en el antiguo albacar de la fortaleza, se alzó la iglesia de Santa María de la Peña; el famoso prelado, escritos y guerrero Don Rodrigo Jiménez de Rada, consiguió de Enrique I para Brihuega un privilegio de feria y otorgó el célebre Fuero cuyo bello códice guarda como joya preciada el archivo municipal; el arzobispo e infante D.
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